Al que
rompe toda arcaica poesía.
El que no
es,
no rima.
El nadie.
A él es al
que aspiro pájaro
en esta
jaula de tinta.
El nombre
que ensayo pronunciar…
Pero los
labios están secos,
Y mi voz, áspera
y sucia.
Te llamo, y
te digo olvido, olvidado.
Quiero
sentarme a tu lado
Ver el día,
sombra que
cae,
desde no sé
donde.
Serás una
mancha de sangre indeleble.
Yo soy
olvido, también.
Soy
omisión, abandono, desidia.
Y habito en
lo que no existe.
Soy un
silencio que el poder ha rezado.