Inútil confinar
a las palabras
que se arrellanan
a tu puerta absortas.
Y sin pensarlo,
incautas y serenas,
se acercan a tu boca,
y tú las nombras.
Mojadas y mordidas,
algún día,
dejarán de ser
vanos conceptos,
para pasar al fin
a sentimientos
que no necesitaran
de palabras.
-Ludovica Lunar-
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